domingo, 27 de octubre de 2013
ESTUPIDOS
El desarrollo tecnológico es
un bien para los seres humanos, por un lado, cuando son creados para apoyar sus
actividades laborales o cuando le traen algún beneficio, por otro lado, para la
naturaleza no significa nada, todo lo usado o consumido por las poblaciones del
mundo proviene de esta; lo cual genera danos a el medio ambiente y a nosotros
mismos, probablemente sea un mal necesario.
Es indudable e
inevitablemente girar en torno a lo que se denomina como desarrollo, se supone
que un proceso debe ofrecer beneficios para la humanidad, pero esto queda en
duda al ver en todo el mundo poblaciones completas con escasos o ningún bien
generado por ese proceso.
Debemos sacar de estas
poblaciones a los indígenas o culturas milenarias que perduran sin necesidad
de, por ejemplo, un satélite. Tampoco son privativos estos “adelantos” para
beneficiar a estas personas.
Toda esta vuelta es para
determinar quién es más estúpido; o quienes pretenden pensar que lo somos o
esos que intentan seguirnos manipulando. Llamemos a estos: poder, gobierno,
complejos, industrias o como se quiera, pero se ha concentrado la capacidad de
“actuar y cambiar” en manos de grupos
económicos influyentes en las decisiones de los gobernantes del mundo; especies
de sabios o semidioses, se nos ofrecen alcances que cambiaran la vida, ¡y es
cierto!, nos la cambia de mal a peor, cuando nos inducen a consumir productos
modificados genéticamente, por ejemplo, o introducen en el mercado ideologías
que nos separa cada vez mas de la naturaleza, ¿será que están protegiendo de
intrusos el gran almacén? , ¡Perdón!, de la naturaleza. Cada vez estamos más
distantes de nosotros mismos y de la naturaleza en espacios, ciudades, donde
prolifera la indiferencia, el egoísmo, la inseguridad y se nos vende el confort
para hacernos estúpidos creyentes en su poder y olvidamos que la verdadera
razón y relación valida es: HOMBRE – NATURALEZA – TRABAJO.
La historia de la humanidad
está llena de eventos que nos ofrece la felicidad como camino hacia el futuro,
pero es estúpido seguir creyendo que es la ciencia y la tecnología quien nos
permitirá vivir dignamente. Como decía Rousseau, (1700) “volver a la
naturaleza, con los adelantos alcanzados”, palabras más, palabras menos, ya
este pensador nos invitaba a cambiar y darle mayor importancia a la
naturaleza, a la vida del campo para no
perder nuestra libertad. ¿Qué pensaría o sentiría si ve lo que vivimos?
Hasta acá estamos inmersos
en reiteraciones, o repeticiones o quejas acerca de lo que vivimos, pero ahora
entremos en algunas mentiras, que pasan por adelantos o significan que hemos “evolucionado”,
como es el caso del proceso industrial del uranio,( tratemos este tema de
manera sencilla); su extracción significa un daño a la naturaleza, grandes
aéreas de terreno son afectadas, y normalmente sus concentraciones en el
subsuelo están cubiertas de extensas vegetaciones, su procesamiento es de
altísimo riesgo para quienes trabajan en las plantas procesadoras y su perímetro inmediato, extenso por cierto,
las medidas desarrolladas por los dioses, ¡perdón! Científicos “nos garantizan”
la mayor seguridad gracias a los adelantos científicos – técnicos, casi mantos
sagrados capaces de hacernos mantener alejados de un evento que pareciera
lejano a nuestras y vidas y creado por estos casi inmaculados seres que nos
prometen los grandes beneficios de su procesamiento, para la salud, como
generadores de energía, y para la producción de bombas atómicas con la
finalidad de protegernos de nuestros enemigos, ¡ya va!, ¿Quién es el estúpido?;
lo cierto que este mineral nos lo da la naturaleza no creo que para destruirnos
a nosotros mismos.
No son muy masificados por
los grandes emporios periodísticos las áreas afectadas por el uso de armamentos
con cargas atómicas, no tan efectivas como las bombas lanzadas en Japón, pero
si letales para la vida de un zancudo pasando por una planta hasta el más
desarrollado de los animales “racionales”, por muchos años, no sabemos a
ciencia cierta, cual es la extensión y los daños causados en las diferentes
guerras que se llevan a cabo, actualmente, para defender la democracia y la libertad,
¿¡estúpido verdad!?; digo, la razón y creer en las falsedades.
Algo imposible de ocultar
son los efectos de la naturaleza y un terremoto con o sin tsunami además de
acabar con vidas no es más que un efecto del daño que le causamos al ambiente
gracias al desarrollo, ¿Cómo se entiende?, nos desarrollamos para vivir mejor
pero afectamos la naturaleza, debemos meternos todos en esta causa aunque no
tenemos la ocasión de influir o determinar o decidir cuándo se toman decisiones
que son de dioses. Por más que se proteste, se reclame o se trate de impedir
siempre impera la verdad del Olimpo y todos callamos.
En este orden de ideas, en
casi dos años han ocurrido dos terremotos en Japón, lamentablemente se han
perdido vidas hay poblaciones movilizadas, desplazadas desterradas de sus
casas, más que por efectos del terremoto y del tsunami, que en el segundo
movimiento no ocurrió, por una de sus
plantas atómicas, (Fukushima ), la cual desde el primer evento natural quedo en condiciones que sobre
pasaban las medidas de seguridad de los dioses, sus ángeles, se encargan de
calmar al mundo ante los daños causados por los derrames provenientes de esta
planta que van a caer al mar, toneladas de agua radiactiva; han creado medidas
para evitar que el agua contamine grandes extensiones del mar esas medidas les
llaman “barreras” para retener el agua con cargas atómicas, llámense como se
llamen, y con efectos altamente dañinos para animales irracionales y
racionales. No existen medicinas para sus efectos, no existen tratamientos
efectivos, no existen verdades, se nos dice que todo está bajo control, que no
hay razón para preocuparse, y por otro lado se nos habla, sobre todo en los
encuentros internacionales de los principales responsables de cada país, de las
medidas que debemos tomar para evitar la contaminación, y sobre todo el
mantenimiento de las ciudades limpias, ¿estúpido?
No se ha tratado lo
concerniente a los desechos luego de manipular “científicamente” el uranio y
obtener las diferentes maravillas que nos ofrecen, esa verdadera basura, no
saben cómo tratarla con seguridad y se nos habla de no preocuparnos. Estúpido
mantenernos como que no es un problema de todos y todas las personas que habitamos
este planeta. Tampoco vamos a creer que nos están preparando el terreno para
vivir en algún planeta del espacio sideral donde hay oxigeno, agua, animales y
plantas; quizás sin el uranio. ¿será así?
La película está llegando al
final, no el fin del la humanidad, sino el fin de seguir manteniéndonos inertes
ante la proliferación de ésta industria, sea donde sea, pacifica o no; ante un
terremoto o movimiento telúrico no hay medidas ni controles creados por dioses
que nos proteja de algo que cada vez más nos muestra una cara nada agradable
para la vida y solo nos permite ver el futuro lleno de dudas.
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