domingo, 11 de noviembre de 2007
SOMOS MUSICA
"Los medios de vida
En este apartado trataremos varios aspectos fundamentales de la Edad del Metal:
La agricultura.
La artesanía.
El comercio.
La rueda y la vela.
La agricultura
La base de la economía de esta etapa sigue siendo la agricultura y la ganadería, con el importante complemento de la caza. En la actividad agraria se observan nuevas mejoras tecnológicas: el riego de los campos mediante pozos y acequias, la aparición de nuevas especies como el olivo y la vid, el abonado de los campos con estiércol y la introducción del arado, de tracción humana y tirado por bueyes. Además, a partir de los momentos finales de la Edad del Bronce y, sobre todo, durante la Edad del Hierro, se incorporan los metales (bronce y hierro) a la fabricación de los aperos agrícolas: hoces, guadañas, arados, palas, arneses para los carros, etc.
La artesanía
Con la aparición de los metales, surgen nuevas actividades económicas: la minería y la metalurgia. Surge toda una artesanía de los metales en la que destacarán los fundidores y los orfebres, consiguiéndose a lo largo de esta etapa un alto grado de perfeccionamiento en los sistemas de fundición y una gran calidad de las piezas.
La cerámica seguirá desarrollándose en esta etapa de la Prehistoria, alcanzándose un gran dominio en su ejecución y una gran variedad de vasijas, al tiempo que mejoraba notablemente su técnica, al aparecer la cerámica a torno, una vez que se incorpora el invento de la rueda. La cerámica a torno proporciona una mayor rapidez y precisión, así como una mejora en la calidad decorativa. La cerámica tendrá una gran importancia económica (artesanía y comercio) en esta etapa, tanto es así que incluso un determinado tipo de vasija llegará a dar nombre a una cultura que se extenderá por amplias regiones de Europa: la "cultura del vaso campaniforme". Su nombre proviene de la forma de campana invertida que tienen las vasijas. Se trata de una cerámica hecha a mano, con mucha decoración, realizada mediante incisiones en las que se aplicaba como relleno una pasta blanca, con el objeto de resaltar los adornos, generalmente de tipo geométrico.
El comercio
El comercio es otra actividad económica que en la Edad de los Metales adquiere especial importancia. Recordemos que la metalurgia requiere la utilización de determinadas menas que en muchas ocasiones había que conseguir en lugares muy lejanos. Surgirán los buscadores de metales que crearán determinadas rutas comerciales por donde circularán otros productos muy diversos: cerámica, cereales, joyas, vino, aceite, adornos, etc.
Aparecen las rutas del estaño, una marítima y otra continental. La ruta marítima del estaño atravesaba desde las costas fenicias y griegas todo el Mediterráneo y llegaba hasta el Atlántico, concretamente en la Bretaña francesa, en Cornualles (Inglaterra) y en ciertas islas llamadas en la época "Cassiterides" (Casiterita, mineral de estaño), que quizá sean las islas Scilly, al oeste de Cornualles. La ruta continental del estaño atravesaba el continente europeo, siguiendo los cursos de los ríos Ródano y Saona, hasta llegar al Alto Sena y, desde allí, a las costas del Canal de la Mancha.
Mapa de las rutas del estaño
Otra ruta comercial importante será la del ámbar, que atravesaba el continente europeo por las llanuras de los grandes ríos hasta los depósitos de ámbar en las costas danesas del Mar del Norte y en las costas del Báltico.
Mapa de las rutas comerciales del ámbar
La sal es un elemento fundamental para la nutrición y para la conservación de los alimentos. La explotación de las minas de sal de Salzburgo (Austria) puso en marcha una ruta comercial desde el Mediterráneo hasta el Norte, convirtiéndose la localidad austríaca en un importante centro comercial y nudo de comunicaciones.
En los tiempos en que no existía la moneda, el comercio se desarrollaba mediante el trueque. En estos intercambios comerciales, había productos especialmente codiciados por su valor simbólico, al estar relacionados con determinados intercambios de tipo ceremonial; en otras ocasiones, se trataba de productos necesarios para la vida, como la sal, utilizada como si fuera una moneda (de sal viene la palabra "salario"); finalmente, otros productos por su carácter suntuario, como el ámbar, proporcionaban muchos bienes en el intercambio.
La rueda y la vela
Para el desarrollo del comercio se necesitaban comunicaciones y medios de transporte adecuados. Dos inventos muy importantes van a aparecer en estos momentos de la Edad de los Metales: la rueda y la vela.
La rueda fue un invento realizado en Mesopotamia entre el 3500 y el 3250 a.C. Como ya hemos señalado, su invención fue aplicada a los tornos para trabajar la cerámica. Pero, en relación con las comunicaciones, fue la base del carro tirado con bueyes para el transporte de personas y mercancías. Los primeros carros respondían al modelo de vagón con ruedas de madera macizas y con uno o dos ejes. El carro no sólo sirve de habitación durante los largos desplazamientos, sino que también es utilizado como elemento defensivo: los carros forman como una muralla del campamento, donde se refugian los guerreros. El carro se convertirá para estos pueblos en todo un símbolo que aparecerá en manifestaciones artístico-religiosas (carros votivos: carros ofrecidos a la divinidad) y en rituales funerarios (enterramientos de carro).
Hacia el año 3500 a.C., los egipicos incorporan la vela a sus embarcaciones. La vela aprovechaba la fuerza del viento para la navegación y el transporte marítimo y fluvial. En Europa, los grandes ríos fueron las principales rutas de navegación.
Al final de la Edad de los Metales, los celtas de la cultura de La Tène acuñarán monedas inspiradas en las piezas de las colonias griegas de occidente y en las piezas macedónicas. Era un ejemplo del grado de desarrollo comercial y de conciencia política del pueblo celta".
En este apartado trataremos varios aspectos fundamentales de la Edad del Metal:
La agricultura.
La artesanía.
El comercio.
La rueda y la vela.
La agricultura
La base de la economía de esta etapa sigue siendo la agricultura y la ganadería, con el importante complemento de la caza. En la actividad agraria se observan nuevas mejoras tecnológicas: el riego de los campos mediante pozos y acequias, la aparición de nuevas especies como el olivo y la vid, el abonado de los campos con estiércol y la introducción del arado, de tracción humana y tirado por bueyes. Además, a partir de los momentos finales de la Edad del Bronce y, sobre todo, durante la Edad del Hierro, se incorporan los metales (bronce y hierro) a la fabricación de los aperos agrícolas: hoces, guadañas, arados, palas, arneses para los carros, etc.
La artesanía
Con la aparición de los metales, surgen nuevas actividades económicas: la minería y la metalurgia. Surge toda una artesanía de los metales en la que destacarán los fundidores y los orfebres, consiguiéndose a lo largo de esta etapa un alto grado de perfeccionamiento en los sistemas de fundición y una gran calidad de las piezas.
La cerámica seguirá desarrollándose en esta etapa de la Prehistoria, alcanzándose un gran dominio en su ejecución y una gran variedad de vasijas, al tiempo que mejoraba notablemente su técnica, al aparecer la cerámica a torno, una vez que se incorpora el invento de la rueda. La cerámica a torno proporciona una mayor rapidez y precisión, así como una mejora en la calidad decorativa. La cerámica tendrá una gran importancia económica (artesanía y comercio) en esta etapa, tanto es así que incluso un determinado tipo de vasija llegará a dar nombre a una cultura que se extenderá por amplias regiones de Europa: la "cultura del vaso campaniforme". Su nombre proviene de la forma de campana invertida que tienen las vasijas. Se trata de una cerámica hecha a mano, con mucha decoración, realizada mediante incisiones en las que se aplicaba como relleno una pasta blanca, con el objeto de resaltar los adornos, generalmente de tipo geométrico.
El comercio
El comercio es otra actividad económica que en la Edad de los Metales adquiere especial importancia. Recordemos que la metalurgia requiere la utilización de determinadas menas que en muchas ocasiones había que conseguir en lugares muy lejanos. Surgirán los buscadores de metales que crearán determinadas rutas comerciales por donde circularán otros productos muy diversos: cerámica, cereales, joyas, vino, aceite, adornos, etc.
Aparecen las rutas del estaño, una marítima y otra continental. La ruta marítima del estaño atravesaba desde las costas fenicias y griegas todo el Mediterráneo y llegaba hasta el Atlántico, concretamente en la Bretaña francesa, en Cornualles (Inglaterra) y en ciertas islas llamadas en la época "Cassiterides" (Casiterita, mineral de estaño), que quizá sean las islas Scilly, al oeste de Cornualles. La ruta continental del estaño atravesaba el continente europeo, siguiendo los cursos de los ríos Ródano y Saona, hasta llegar al Alto Sena y, desde allí, a las costas del Canal de la Mancha.
Mapa de las rutas del estaño
Otra ruta comercial importante será la del ámbar, que atravesaba el continente europeo por las llanuras de los grandes ríos hasta los depósitos de ámbar en las costas danesas del Mar del Norte y en las costas del Báltico.
Mapa de las rutas comerciales del ámbar
La sal es un elemento fundamental para la nutrición y para la conservación de los alimentos. La explotación de las minas de sal de Salzburgo (Austria) puso en marcha una ruta comercial desde el Mediterráneo hasta el Norte, convirtiéndose la localidad austríaca en un importante centro comercial y nudo de comunicaciones.
En los tiempos en que no existía la moneda, el comercio se desarrollaba mediante el trueque. En estos intercambios comerciales, había productos especialmente codiciados por su valor simbólico, al estar relacionados con determinados intercambios de tipo ceremonial; en otras ocasiones, se trataba de productos necesarios para la vida, como la sal, utilizada como si fuera una moneda (de sal viene la palabra "salario"); finalmente, otros productos por su carácter suntuario, como el ámbar, proporcionaban muchos bienes en el intercambio.
La rueda y la vela
Para el desarrollo del comercio se necesitaban comunicaciones y medios de transporte adecuados. Dos inventos muy importantes van a aparecer en estos momentos de la Edad de los Metales: la rueda y la vela.
La rueda fue un invento realizado en Mesopotamia entre el 3500 y el 3250 a.C. Como ya hemos señalado, su invención fue aplicada a los tornos para trabajar la cerámica. Pero, en relación con las comunicaciones, fue la base del carro tirado con bueyes para el transporte de personas y mercancías. Los primeros carros respondían al modelo de vagón con ruedas de madera macizas y con uno o dos ejes. El carro no sólo sirve de habitación durante los largos desplazamientos, sino que también es utilizado como elemento defensivo: los carros forman como una muralla del campamento, donde se refugian los guerreros. El carro se convertirá para estos pueblos en todo un símbolo que aparecerá en manifestaciones artístico-religiosas (carros votivos: carros ofrecidos a la divinidad) y en rituales funerarios (enterramientos de carro).
Hacia el año 3500 a.C., los egipicos incorporan la vela a sus embarcaciones. La vela aprovechaba la fuerza del viento para la navegación y el transporte marítimo y fluvial. En Europa, los grandes ríos fueron las principales rutas de navegación.
Al final de la Edad de los Metales, los celtas de la cultura de La Tène acuñarán monedas inspiradas en las piezas de las colonias griegas de occidente y en las piezas macedónicas. Era un ejemplo del grado de desarrollo comercial y de conciencia política del pueblo celta".
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